FARO.
Didelphys sp. RABOPELADO.
Us. en la Cord. (Pic., 167). Decíase antes fara
(Piedrahita, I, 1; Gum., II, 131, 271; Gilii, I,
246). Sin. SUCUMBÁ.
FINFÍN. Euphonia trinitatis. Tanágridos. Pequeño pájaro oscino de Guayana.
Voz onomatopéyica (?). D. t. SINFÍN.
*
FIQUE. En Trujillo, fibra de la cocuiza. –«Las cuales hebras llaman, así sacadas y juntas, fique en
este reino, y en la gobernación de Venezuela cocuiza.» (Simón). –«Con el sumo
de la cocuiza (fique) y los cristales de la zábila, se proporcionan dos agentes
medicinales.» (D. Mendoza, El
llanero, p. 73). Voz chibcha (?). Cf. HICO.
FORÓRO. Puches de harina de maíz tostado y azúcar mo- reno. Ref. Pic., 169.
FÓTE.
Cassicus
sp. CONOTO. Us. en Mérida, Portuguesa.
*
FOTÚTO. Trompeta sagrada o
guerrera de los indíge- nas. –«Tocáronse los roncos instrumentos, | fotutos y cor-
netas.» (Cast., Hist. del N.R.,
I, 345). D.
t. FUTÚTO. –«Fututo
son unos calabazos agujerados de los cuales usan (los in- dios) en el tiempo de sus guazavaras y guerras.»
(Carv., 231).
Otras reff. Cast., 2, Eleg., III, 4º; Gum., I, 140; Simón, Oviedo y Baños,
etcétera. Véase BOTUTO.
||–Tallo o pecíolo hueco
de ciertas plantas,
v.g. GUÁSDUA, PAPÁYO, etcétera D. t. FUTÚTO.
||–Adjetivado,
denota la condición de algún objeto que gol- peado produce un sonido sordo, o bien la de una
fruta vana o fofa. Cf. BOTUTO.
FUCUMÁN. Esp. de palmera de
Guayana.
* GAMONÁL. Magnate;
personaje de un pueblo, hombre influyente en lo social
y en lo político. –«Gozaba de un prestigio inmenso
en la parroquia de la cual era ve- cino,
y se le consideraba, no sin fundamento, como su más autorizado
gamonal.» (Picón F., Fidelia,
391). Quizá del taíno guama, jefe, señor. U. t. en Centroamérica, Col., Ec.
*
GANDÚL. Indio de pelea durante la conquista españo- la. Ref. Carv., 171, etcétera.
Uso literario tan sólo ahora.
*
GARÚA. Lloviznita, mollizna. –«Cuando
ya se está ha- ciendo el hombre fuerte, comienza a
intranquilizarlo una garúa menuda, que lo humedece.» (Urbaneja A., Chicha- rras). –«Es diciembre. Cae una
fina garúa, | Tenue polvo de cristal que empaña
el aire.» (J. J. Churión, De otro tiem- po). Voz
quichua usada en el Oriente y Caracas: en el qui- chua ecuatoriano garuana, lo mismo. –«Lloviznas menudas,
que es a lo que llaman (en el Perú) garúas.» (Ulloa).
–«Nom- bre que dan en el Perú a la lluvia menuda y cuasi imper-
ceptible, que no incomoda, como la niebla cuando cae.» (Alcedo). U. t. en Chile, Arg.
*
GARUAR (ga-ru-ár). Molliznar.
–«Garüaba desde la ma-
drugada y los viajeros iban metidos en sus cobijas oscuras.»
(H. Soublette, Las calderas). –U. t. en Perú, Chile,
Arg.
GARUPO. Plato de barro usado por los
caribes barcelone- ses. –«Tinajas, cajiros o carupos, que tienen
forma de ca- zuelas, y que son sus ollas o platos.»
(D. Arreaza M., Nueva Barcelona). Del car.
garupu, plato.
GATATUO. Árbol de construcción. Madera
liviana, rosa- da.
Lara.
GAYÓN. Árbol de construcción indeterminado. Lara.
*
GÓFIO. Pasta hecha con harina de maíz tostado
y azú- car moreno.
–«El maíz tostado
y molido, que es lo que lla- man
gofio, es alimento
muy agradable y nutritivo.» (Díaz, I, 33). – «Con la harina del maíz tostado
mezclada con la meladura, en cantidad
que le dé alguna consistencia, se for- ma la pasta llamada gofio, gustosa y nutritiva» (Id., ib., 114). Voz
oriunda de las islas Canarias, según
Bachiller (Cuba, prim., p. 392). Benzoni, en efecto, dice expresamente:
«Tenían (los Canarios) como único cereal el mijo, de que ha- cían pan, llamado por ellos Gofio, moliéndolo entre dos piedras.»
(Breve
descr. de las islas Canarias, cap. II). Y
los editores del agrónomo Herrera: «En las islas Canarias – –(al maíz) lo tuestan un poco hasta que se revientan algunos gra- nos, y luego
lo muelen, por cuyo medio
sacan una especie de harina que llaman gofio.» (Agricultura general, I, 210. Ed. de 1818, adicionada).
GOLÓFA. Chrysops tristis, etcétera. Mosca provista de un fuerte
aguijón, a favor del cual hostiga
las bestias o acémi- las, hartándose de sangre. Hay dos especies principales, una amarilla
y otra parda. La amarilla es larga de 8 mm.; tórax con tres listas
longitudinales negras, vientre con otras a cada lado en forma de V invertida;
alas diáfanas, cada cual con una gran mancha parda irregular provista de un
ocelo claro. La negra es de color
prieto, los segmentos del abdomen
muestran sendas máculas negras a ambos lados
de
la línea media, pero las manchas de las alas son continuas.
Ambas especies son en extremo ávidas
de sangre, pero la amarilla
busca de preferencia las orejas de las bestias. Se ha- llan, como
otros dípteros, en determinados parajes. Vuelan numerosas cuando brilla el sol y
evitan lugares sombríos por lo regular. –«Jolapha,
dice Carvajal, son hormigas de la
hechura de las abispas
grandes o de abejones
negros.» (o. c.,
p. 340). La golofa de los Llanos de Venezuela es una mosca
como la
descrita por Gumilla (o. c., II, 189) bajo el nombre
de galofa. En los Llanos de Casanare dicen golosa, según
Fernández y Bartolomé (Gram. goahiva).
GRIMÁNSO. Beurreiria exsucca. Árbol indeterminado del E. Lara. Sin. FLOR DE
ÁNGEL.
GUABA.
Frutilla de la Cord. que
contiene una materia tintórea.
GUABÍNA. Peces de la
fam. de los Carancínidos, proba- blemente de
varios géneros, que abundan en los
ríos y la- gunas de Venezuela. Son de cuerpo
alargado, comprimido,
boca ancha, mandíbula inferior
saliente, dientes numerosos, fuertes,
aleznados. La parte posterior
de su vejiga natatoria ofrece una estructura
celular semejante a la de los pulmones y una función análoga. Carecen de aleta adiposa,
y su carne
es insípida, contiene muchas espinas. Haylas de cuerpo rojo, o bien pardo
con vientre amarillento. Una especie ordinaria es blandamente escamosa, labios gruesos, lengua gorda, blanca;
color pardusco desigual en el lomo y costados
y en éstos unas seis bandas pardas transversales; cabeza apizarrada, opérculo
pardo rojizo, cola
parda listada, aletas
mosqueadas, vientre blanco;
largo 37 cm, Río Unare. El Erytrinus
gronovii es otra
especie común; y el Hoplias malabaricus, también de los Eritrínidos, habita en los valles de Aragua y del Tuy. Cobo, II,
174.
–«Guabina le dijo al bagre | vamonós pa’l caramero, | porque ya viene el verano | y nos coge el tarrayero.» (Trova
popular). Casas acentúa guábina
(V, 278). Reff. Cast., Eleg. a
Ordaz, c. 2º; Cod.,
210.
GUÁCA.
Macrocercus sp. pl. GUACAMAYA. –«Las guacas se detuvieron indecisas, luego batieron presurosas las alas y cambiaron de rumbo.» (Urbaneja
A., Los abuelos). Us. en
Occ. en Baré guákka, lo mismo.
||–Estantigua, solterona muy fea. (Pic.,
177). ||–Úlcera muy grande. (Pic.,
177). Cf. Lora, en sus dos acepciones.
* GUÁCA.
Tesoro escondido. –«No frecuentemente
se tie- ne
la oportunidad de encontrar en esta región alguna huaca o
botija, conteniendo huesos humanos y los objetos
con los cuales
enterraban al difunto.» (F. de P. Álamo, El Estado Miranda, 300).
Voz taína que vale por despensa. En quichua
quiere decir adoratorio, humilladero, ídolo. –«Los incas,
se- ñores del Perú, después
del Viracocha y del Sol, la tercera
guaca o adoratorio, y demás
veneración, ponían al trueno.» (Ac., 1, V, c. 4º). Ambas significaciones hanse
perdido en Occ. como lo prueba
la frase: se sacó la guaca,
salió mal parado, fue por lana y salió
trasquilado.
GUACÁBA. Glaucidium ferox. Especie de búho de pequeña talla, sin plumicornes o cuernecillos y con disco facial imper- fecto; alas cortas, cola más bien larga, tarsos emplumados. Esta ave canta hacia el crepúsculo o durante
el día, repitiendo
ansiosamente tres notas que parecen
decir ya acabó,
pero co- menzando
con las «sílabas» primera y última y ascendiendo
en la escala hasta fijarse en las tres susodichas. Los labradores
dicen que canta pidiendo agua, y que por eso anuncia
la esta- ción lluviosa.
–«Cantando sin reposo la guacaba | pide lluvias al cielo.» (Lazo M., Silva,
VII). Sinn. YACAGUA, YA-ACABÓ.
*
GUACÁL. Cuévano o jaula de madera para
transportar objetos frágiles, como loza. Del quichua huasca, cuerda, porque de
éstas los hacían primitivamente. Otros
creen es voz mexicana. ||–GUACABA, de que debe ser corrupción.
*
GUACAMÁYA. Nombre
dado a varias especies de Ara o Macrocercus, fam. de las
Platicercinas. Son aves escan-
soras crecidas, de carrillos implumes, alas largas, agudas, en que despunta
la 3ª remera, y cola prolongada,
cónica, esca- lonada; librea de variados y vistosos colores. El M. macao, de un rojo escarlata, tiene lo desnudo
de los carrillos par- dusco;
mandíbula superior de un blanco córneo
con una mancha negra en la base; mandíbula
inferior negra; pies ne- gros
parduscos; lomo y cobijas azul celeste;
remeras pinta- das de escarlata, anaranjado, azul, amarillo, verde y
negro; ojos de un blanco
amarillento. El M. severus
es de plumaje
verdoso; frente y mejillas teñidas de
aguamarina; alas azu- les con reborde
de rojo. Largo, 50 cm. –«Una numerosa fa- milia de guacamayas, como una falange de rojo y azul, atinó a
cruzar el espacio, dejando en el aire su desapacible guaca…
guaca!» (Urbaneja A., Los abuelos). La forma guacamayo (Cas., II, 6, 236; Ov., II, 412), hoy desusada,
es más conforme
con el origen; taíno huakamayo; quichua
huakamáyu. Reff.
Cast. Hist. del N. R.,
c. 10º; Ac., IV, 37; Herrera, 1, 2, 7.
||–Pseudoscarus
guacamaya y Ps. sanctae
crucis. Lábridos. Peces de
agua salada, así llamados por
sus vistosos colores. Voz masculina.
||–Pimelodus ornatus. Silúridos. Pez que
se cría en los
ríos del E. Guárico. Voz
masculina. ||–Protium p. icicariba.
||–Aplícase a una raza de yuca amarga de tallo ver- de y corteza de la raíz amarillenta.
Llanos de Barcelona.
||–COLORADA.
Ara ararauna. Tiene lo descubierto de los ca- rrillos de color de carne pardusco,
circundado por una faja negra; cuello en parte anaranjado; pico negro; pies negros parduscos; lomo y cobijas
de la cola, azul celeste; partes in- feriores amarillas, ojos de un gris verdoso. Mide 97 cm de
largo. Barquisimeto, etcétera ||–ROSADA. Ara maracana. Ref. Cod., 196. ||–VERDE. Macrocercus militaris. De
color azul tirando a verde, con
alas pintadas de rojo y amarillo;
frente roja, parte superior
de la cabeza azul. Largo, 73 cm.
GUACAMAYO. Protium laxifolium. Burseráceas.
GUACANARE.
Mucuna pruriens. OJO DE ZAMURO. Us. en Margarita.
D. t. OJO DE
BUEY.
GUACARITO. Serrasalmo sp. CARIBE (pez). –«Contra la plaga fatal, que voy a ferir de los Guacaritos, a quienes los indios llaman Muddé;
y los españoles,
escarmentados de sus mortales,
y sangrientos dientes,
llamaron, y llaman hasta oy Caribes:
contra éstos, el único remedio es, apartarse con todo cuidado, y vigilancia
de su voracidad.» (Gum., II, 240; 2ª ed.)
Ref. Carv., Descubrimiento, etcétera.
GUÁCIMA.
Fruto del GUÁCIMO.
–«Habiendo guazumas por el camino
| Las tenían por principal
sustento.» (Cast., Cartag.,
c. 3º).
GUACIMÁL.
Lugar abundante en GUÁCIMOS. Geog.
GUACIMILLO. Guazuma sp. (?) Esp. de
árbol. D. t..
GUACIMILLA, que es voz geog.
*
GUÁCIMO. Guazuma ulmifolia. Esterculiáceas. Árbol bien conocido en el país. –«Hay otros árboles que llaman los indios
guacimas, la media sílaba breve, que proprios son moreras en la hoja, puesto
que la tienen áspera y gruesa.
– –De este árbol sólo sacaban fuego los indios.» (Cas., Apolog.,
XIII). Madera gris blanquecina con un ligero viso ro- jizo y algunas
vetas más oscuras; textura fibrosa, grano poco fino, pero no muy grande (p. esp. 0,56) y poco uso. Voz taína. La grafía corriente es GUÁSIMO (Cod., 98); pero Casas escribe
guácima (l. c., e Hist., V, 324), y Oviedo guazuma (I, 298).
||–Oruga que se alimenta
con las hojas
del cacaotero. –«El guásimo: a entradas
de agua viene este otro insecto de cua- tro
pulgadas de largo y del grueso de un
dedo. Llámasele también Angaripola: éste se come las hojas, y no hay otro re- medio
que perseguirle y matarle.» (Díaz,
I, 156). ||–BLANCO.
Luehea sp. Tiliáceas. Árbol no bien determinado. ||–CIMA- RRÓN. Guazuma tomentosa (Luehea sp.?).
Árbol más alto y corpulento que el guácimo
común; hojas oblongo-lanceola-
das, aguzadas, semiacorazonadas en la base, ásperas y alam- piñadas por el haz, pubescente
o peluda por el envés; flores
amarillas en corimbos, fruto subdrupáceo, ovoideo-globoso,
con 5 surcos apenas visibles.
*
GUÁCO. Aristolochia triloba.
Mata de tallo voluble,
lar- go, ramoso,
pardusco; hojas bílobas
o trílobas, truncadas o acorazonadas en la base, pedatinervias; limbo perigonal
doblado hacia dentro con 6 estrías en la base hinchada, campanudo, de abertura unilabiada. Nombre vulgar debi- do
a ser la planta enredadera como el GUACO propiamente
dicho y a tener aplicaciones medicinales análogas. Cf. RAÍZ DE MATO. ||–Mikania sp. pl. Plantas sarmentosas de la fam. de las Compuestas, que abundan así en las selvas altas y ba- jas del país como en sabanas y
serranías. Estos vegetales son bien conocidos sobre todo por los trabajos de
Mutis, quien los preconizó
contra la picadura de las serpientes.
||–BLANCO. Mikania orinocensis, M. scandens. La 1ª
espe- cie es una mata enredadera, alampiñada, de tallos largos; hojas
membranosas acorazonadas, profundamente sinua- das, puntiagudas o aguzadas, 5-nervias, alampiñadas; coro-
la de limbo campanulado, casi tan largo como el tubo, con 5 dientes
deltoideos; aquenio glanduloso. ||–MORADO. Mikania radicans. Especie
preferida entre las demás como de mayor
eficacia curativa: «tiene el tallo
en parte violado y en parte verde, nudoso,
velloso y cilíndrico; las hojas acorazonadas,
hendidas por el lado del pecíolo, afestonadas, más gruesas que las del (guaco)
blanco, más ásperas, con filetes viola- dos
por sus bordes, más largos que el blanco, pero menos anchas y las foliolas
de los cogollos de color violado.» (Ben., Nº 46). ||–REBALCERO. Mikania
orinocensis. GUACO BLANCO. ||–VERDE.
Mikania gonoclada. Mata enredadera,
de tallo largo muy ramoso,
delgado, anguloso, pubescente; hojas
deltoideas, acorazonadas, 5-nervias, subenteras; flores
en corimbos apanojados; limbo de corola quinquefido, cam- panulado,
tan largo como el tubo; aquenio lampiño con pe- nacho de color herrumbroso pálido.
GUACÓA. Columba corensis y C. speciosa. Especies de paloma de Coro y el Zulia. Este nombre
corresponde sin duda al de BACÓA, nombre geográfico usado en Coro. Proviene del calínago uakukua, en cum. huakúa, paloma zurita, en ch. guakúa, paloma. En macusi, acavayo, caliña
y aruaco existen formas
idénticas, que imitan
por lo demás el canto de
esta ave.
GUACUÁRO.
Palo de tinte que se produce en Coro.
GUACÚCO.
Cierto marisco de las costas de Oriente.
Del cum. huakuko, almeja de mar.
GUACHAMACÁ. Malouetia
nitida. Apocináceas.
Ar- busto de 4 a 5 m de alto; hojas simples,
enteras, opuestas, pecioladas, elíptico-lanceoladas, lampiñas,
adelgazadas en la base, puntiagudas; flores en grupos
axilares, con un pe- dúnculo
filiforme; cáliz quincuncial,
gamosépalo, 5-partido; corola hipocraterimorfa, mucho más larga que el cáliz, ama- rillenta; 5 estambres con anteras conniventes;
estilo filifor- me con estigma
glanduloso adherido a las anteras; el fruto consta de 2 folículos,
largos, redondos, dehiscentes por la su- tura ventral,
cada uno con 7 u 8 semillas, grises, lampiñas, casi
cilíndricas, oblicuamente truncadas
en sus extremos. Habita
en el río Apure. El leño de esta planta es muy veneno-
so. Distínguense vulgarmente, según el color de la corteza, las
variedades blanco y negro.
GUACHAMARÓN. Sujeto
listo, taimado, bellaco.
*
GUACHARÁCA. Aves del género Penélope, fam. de las Penelópidas, cuyo grito es, a causa del especial desarrollo de la tráquea, muy estrepitoso, articulando con él en cier-
to modo el nombre que se les ha dado: suena más o menos ua-chará-cá,
y con ese cacareo resonante anuncian muy temprano la llegada
del día. La especie común es de color
pardo aceitunado, o tierra de Siena; pico pardo, con cerdas en la base de la mandíbula inferior;
región en torno a los ojos desnuda; iris
rojo; carúnculas del pescuezo rojas;
gar- ganta y pecho con pintas lineares blancas; cola larga,
tarsos rojizos. Salta de rama en rama por ser pesado su vuelo, pero corre bien en el suelo, ayudándose con las alas. Domestícase
sin
dificultad y su carne es buena cacería.
Zoológicamente se distinguen los géneros Penélope
y Ortálida. (P. argyro- tis; O. ruficauda, O. ruficrisa, esta última de la región oc- cidental del Zulia); pero vulgarmente no
se tienen en cuenta las pequeñas
diferencias anatómicas que han moti- vado esta clasificación, ni se dan
nombres particulares a las diferentes especies. En el Alto Orinoco parece llaman parácua una especie
de Ortálida. Del car. uasaráka, tam. uacharaká, cum. uacharaka. Reff.
Cast., Eleg., XI, c. 4º; Caul.,
I, 8; Cod., 119. ||–En Mérida llaman así la pintada o gallina de Guinea. Ref. Pic., 194.
||–Planta herbácea, alta de más de 1/2 m; hojas alternas
en espiral, sin estípulas,
pe- cioladas; lámina losángica
o en raqueta, vellosa arriba y abajo, débilmente aserrada; flores axilares, pedunculadas, cáliz quinquedentado, amarillo,
algo jaspeado de rojo; co- rola
tubular, amarilla, con 5 lengüetas, arrolladas hacia afuera; 4 estambres; 1 pistilo con estigma bífido,
ovario li- bre, baya esférica.
Las hojas se convierten hacia la cima en brácteas bermejas arriba, amarillas
debajo. Sabanas del Guárico y Anzoátegui. ||–DE AGUA. Opisthocomus cristatus. CHENCHENA, arriba.
GUACHARACA DE CERRO. Ortalida
motmot. Especie de guacharaca cuya cabeza está del todo emplumada, siendo barbada la garganta. Plumaje leonado-oliváceo
por encima y cinereo-oliváceo por debajo;
rectrices laterales rojizas en la
punta; copete rojizo. Alto Orinoco.
GUACHARÁCO. Protium
sp. Árbol indeterminado en su especie. ||–Se
aplica, adjetivado, al color del pelo de una bestia,
parecido al de la GUACHARACA, v.g. caballo
guacha- ráco, mula guacharáca. –«En los asnos determina
el llanero los siguientes colores: pardo (pardo); mohino (pardo obs- curo); cano (matizado
de blanco y negro),
guacharaco (pardo
rojizo); y los blancos y negros tal como
son.» (D. Men- doza, El llanero, p.
33). ||–Cierta variedad de maíz.
GUACHARAGUÉRO. Celtis aculeata. Ulmáceas. Arbusto sarmentoso muy ramoso, con espinas estipulares recurvas; hojas aovado-oblongas,
subtriplinervias, ligeramente obli- cuas en la base, enteras, lampiñas;
flores cimosas; drupa aovada, amarillenta, algo carnuda, de pedicelo tan largo como el pecíolo.
La corteza es tanante. Sin. BARIMISO.
GUACHARAQUITA. Árbol de Barquisimeto,
de madera pesada, color amarillo de
ocre.
GUÁCHE. Nasua socialis. Úrsidos. Carnicero digitígrado, de cuerpo largo, delgado;
cabeza prolongada, puntiaguda, hocico en forma de trompa, con mostachos; nariz
alargada y móvil; orejas cortas, redondeadas; cuello corto; cola muy larga,
peluda, de ordinario levantada; piernas cortas, vigoro-
sas; pies anchos con 5 dedos reunidos
en casi toda su exten-
sión; uñas largas, robustas,
puntiagudas, poco encorvadas; plantas
desnudas. Pelaje largo, espeso, recio, brillante. Lomo rojizo o gris
pardo, vientre amarillento; sendas
manchas re- dondas y blancas hay sobre los ojos, debajo y por fuera; una faja blanca
corre sobre la nariz. Mide 105 cm de largo (in- cluida la cola, de 50 cm) y 30 de altura. Su olfato es finísi- mo; trepa bien y come de todo. Es sociable, si bien suele andar disperso, y se domestica fácilmente. D. t. ZORRO GUA-
CHE.
(Cod., 160). Del galibi kuachi, tupi kuatí, kuatim, lo mismo. Geog.
GUACHÉPE.
Cenojil de abalorio. Voz us. en
el E. Lara.
GUACHÉRO. (Ratón). Es la rata negra ordinaria (Mus decumanus).
GUACHICARO.
Árbol del E. Anzoátegui. Sin. FIRIFIRE.
GUACHICÓNGA. Baile
popular (generalmente hablan- do), baile de candil, de cascabel gordo.
Menciónasele en algunas leyes provinciales de
policía. Bajo Llano.
GUACHÍTO.
Melastoma
xanthostachys. CHAPARRO BOBO.
Guachito
Cod., 118; guacito Humboldt,
Viaje, II, 6; Cod.,
109.
No sabemos cuál será lo mejor.
GUÁI. Bombax sp. CÉIBA. Voz usada en Coro.
GUÁICA. Especie de venablo que usaban los indios. –«Y fueron sus guerreros
pareceres | Esperar
en el campo como buenos
| Con largas guaicas, dardos y paveses.» (Cast., Eleg. XI, c. 2º). Ref. Oviedo y Baños, Hist., IV, 11.
GUÁICA. Combretum alternifolium. Planta sarmentosa ar- mada de largas espinas;
hojas esparcidas, a veces opuestas,
elíptico-oblongas, obtusas,
lampiñas, sin estípulas; espigas axilares y terminales, solitarias, ternadas y flores
sentadas, decandras, blancas;
fruto linear-oblongo, 5-angular.
Crece en Guayana
y otros puntos de la región cálida,
y fructifica en mayo. Los ebanistas y artesanos de Guayana
usaban como única cola
el jugo gomoso contenido bajo la corteza de los ramitos. Usan también el jugo en la medicina popular para combatir
la oftalmía producida por el jugo
o leche del JABI-
LLO.
Indicamos el nombre botánico admitido, que corres-
ponde a una especie descrita por Persoon.
Acaso haya que hacer alguna
rectificación. La GUÁICA de Portuguesa es tam- bién reciamente espinosa, y quizá alude a esta particularidad
el nombre dado a una tribu indígena
belicosa: los guaicas.
GUAICURÚCO. Passiflora sp. Especie de
PARCHA.
–«Fruta
dulze y como zermeñas de España.» (Carv., 368,
quien escribe guaycuruco). Sin. PAICURUCO,
corrupción, al parecer. El guaicurú o baicurú de la Arg. es la Golianthe
olidemoides y la Statice brasiliensis, cosa muy diferente, y la
voz es guaraní.
GUAIJANO. Pajarillo de pico ancho en su base, con la man- díbula superior deprimida y ensanchada en la raíz, encorvada
en la punta, angulosa en la cresta; tarsos delgados, escamosos;
uñas corvas, largas; alas medianas; cola corta, truncada. Pico negro, con manchas
laterales blancas en la raíz de la mandí-
bula inferior; vértice
y nuca de un azul claro que atrás se pro- longa lateralmente en dos procesos; frente, mejillas y garganta azul ultramarino, violáceo, metálico; pecho, vientre y raba-
dilla amarillo de ocre; dorso,
alas y cola negros;
tarsos de un gris
amarillento; uñas y ojos negros.
Largo 8 a 9 cm, brazas
18. Aliméntase de frutas. Es pájaro
chillador, común en Barquisimeto. Sin. CURUÑATÁ MONTAÑERO.
GUÁIMA. Lagarto.
Voz genérica usada en el Oriente, la
cual significa, en cum. y ch., lagartija.
GUAIMARÉRO. Furnarius sp. (?). Especie de pájaro del Bajo Llano,
que fabrica su nido con barro.
GUÁIMARO.
Véase CHÁRO.–«También
abundan los Guaymaros, que cargan mucho de unas frutas
menores que bellotas, de mucho gusto.»
(Gum., I, 296; 2ª ed.).
En la ex- posición de 1883
fueron presentadas, procedentes del Zulia, muestras de GUÁIMARO, G. AMARILLO, G. COLORADO y GUAIMARITO, correspondientes a la
descripción de los Apuntes
estadísticos del Zulia,
p. 41. Ernst observa
con ra- zón que estas variedades se distinguen sólo por el color,
pues que halló en todas las muestras una estructura idéntica, a saber: anillos concéntricos poco distintos, tejido leñoso muy
compacto, con los poros de igual tamaño,
observán- dose en el corte longitudinal muchas manchitas medulares y además
otras que se deben a los radios
medulares; todo lo cual produce un aspecto jaspeado muy elegante. (La Expos., I, 206).
Ref. Gilii, I, 165. || –Perdigón o plomo grueso, infe-
rior al nº 1, hasta el nº 000. –«Allí se hermanaban tercerolas
de cañón doble, para cargar con cartuchos, y carabinas de un cañón,
de las que se disponen con
guáimaros, pólvora y
taco.» (R. Blanco F., El hombre de hierro, 283). Los comer-
ciantes del país venden
números de municiones de las series
uno a cuatro ceros,
uno a tres y A y B, y 1 a 15.
GUAIMÉ. Seriola sp. Pez
de mar.
GUAINÍS.
Crotophaga
ani. GARRAPATERO. Voz us. en la Cord. Sin. CACHIMBO, en el Guárico.
TÍO LUIS, en
Guayana. Ref. Pic., 194.
GUAIPANÉTE.
Phaseolus
linearis. Leguminosas. Espe- cie de guisante.
*
GUÁIRA. Especie
de horno, a modo de barbacoa.
La voz, usada en el E. Lara, debe referirse
a las guairas de los mine- ros peruanos. –«Para esto (para labrar la
plata) hacían unos como hornillos,
donde el viento soplase recio, y
con leña y carbón hacían su
operación. A éstas en el Perú llamaban
Guayras.» (Ac., IV, 5). ||–«Vela triangular
que se enverga regularmente con garruchas.» (Calc., parágrafo 818). Geog.
GUAIRÓN. Guaira grande. Us. en Occ.
GUAITÍ.
Especie de Troglodítido. Véase CUCARACHERO.
Us. en Lara.
GUAITOCO.
Árbol de construcción, de madera
amari- llenta, algo fibrosa, poco pesada, grano fino. E. Falcón.
GUÁJE. Pothos sp. Esp.
de Arácea que produce un rizo- ma comestible, a veces enorme. Lara. Sin. TÉGÜE (?).
GUAGÍBA. Planta
medicinal, cuya raíz es, según Pompa,
semejante a una patata y tiene propiedades purgantes.
–«Prodúcese
por lo regular en las vegas o lugares húmedos.»
(Medicamentos
indígenas, Nº 216). ¿Voz
afín de guaje?
GUALÍ. Esp. de Gallinácea del Táchira.
*
GUAMA. Fruto
del GUAMO. –«Vinieron,
pues, algunos principales |
con guamas, aguacates y otras frutas.» (Cast., Hist. del N.R., I, 221). –«Guamas muy dulces: son de la he- chura de las algarrobas del Reyno de
Valencia, pero de co- lor verde aunque estén maduras.»
(Gum., I, 296; 2ª ed.) Voz taína. Las
formas guaba (Cas., V, 318;
Ac., IV, 26) y guava (Clavígero) se usan aún en C. Rica. En Venez. decimos gua- ma, como Oviedo (I, 299) y Castellanos (Elog. de Rojas, 4º).
||–Parchazo, pajarota, embuste. (Pic.,
194). Cf. GUAYABA, abajo. ||PELO DE GUAMA. Sombrero de terciopelo o pelo de castor, de estilo español, usado preferentemente por
el lla- nero. –«Acatado
y saludado – –a pesar de su flux cortado en San Fernando,
de sus zapatos
de percha que chillaban
horri- blemente y del sombrero “pelo de guama” amplio y tupido como un toldo.» (Pocaterra, Vidas oscuras, 38). –«Bajas
– –hasta rozarnos
los hombros las anchas alas de los sombre- ros de pelos de guamas.» (Cabrera M., Mimí, 15). ||–ESTAR EN LA GUAMA:
estar en valía. –«Mario Burgos decía hallarse
“en
la úbrica” y “en la guama”, expresiones cuyo significa-
do no alcanzaba Alberto.» (Díaz R., Ídolos rotos, 118).
–«Para Don Amarisio no había nada que estimase bueno, na- da que estuviese
en la guama, según la frase popular.»
(J. J. Churión, Neurosis
amarilla). Geog.
GUAMÁCHO. Nombre
dado a varios árboles del género
Pereskia, fam.
de las Cactáceas, cuyo tronco está cubierto
de manojillos de espinas en disposición quincuncial; hojas trasovadas u oblongo-elípticas, con 1 ó 2 espinas en la base
del pecíolo; flores solitarias o en cimas,
ya blancas, ya ama- rillas,
ya purpurinas; fruto, una baya globosa, agridulce, comestible. Hay varias
especies: P. guamacho,
P. bleco, P. guyanensis, etcétera. Plántasele a menudo a
lo largo de los vallados para formar setos vivos. En la medicina popular pre- conizan
sus hojas. La forma guamache (Carv., 367, Ruiz Blanco, cap. I, 5; Caul.,
I, 3) es desusada.
Sinn. SUPÍ, SUPÍRE, SUSPIRO, en Lara. Ref. Cod., 97.
GUAMÁL. Sitio poblado de guamos.
GUAMÁZO. Latigazo,
azotazo. En Méx. bofetada, ma- notazo.
GUAMBÍA. «Saco o mochila de cabuya.» (Pic., 176).
–«Entre nosotros (los colombianos) se llama guambía cier-
ta especie de mochila, del nombre antiguo
de Silvia, lugar del Cauca.» (Cuervo, parágrafo 656).
* GUÁMO. Árboles inermes,
coposos y ramosos
del gé- nero Inga, fam. de las Leguminosas. Tienen hojas alternas,
estipuladas, pinadas, con hojuelas grandes, enterísimas; in- florescencia varia; cáliz quinquedentado, corola
tubulosa, blanca, pequeña, estambres numerosos y muy largos con
filamentos muy exsertos; legumbre
comprimida, unilocular, con muchas semillas envueltas en una pulpa blanca, dulce. Algunas especies se plantan, como el
bucare,
en los cafeta-
les para aprovechar la sombra
necesaria. –«En breve rato se vio muy adentro
del río Neverí, donde
le amarraron a un guamo, árbol que aún permanece en sus riberas
frondoso.» (Caul., I, II, c. 16). –«Y aquel ganado
silvestre | y el guamo
aquel que inclinaba | su copa llena de frutos
| tras de su hu- milde morada.» (D. R. Hernández, Al río Caurimare). Ref. Cod., 107. ||–BEJUCO. I. vera. Árbol grande, de hojas
con 4 a 5 pares de hojuelas elíptico-lanceoladas, cortamente agu- zadas; pecíolos
pubescentes de color
herrumbroso; raquis alado,
con glándulas escudadas; espigas cortas,
pancífloras, corola blanca,
cerdoso-lanuda; legumbre
subfalciforme, to- mentosa. Madera sin
aplicación. Ref. Gros., II, 386. ||–CAROÁ-
TA. I. marginata. Árbol
corpulento, de hojuelas oblongas, bien acuminadas, ganchudas en la base, membranosas, lam- piñas, opacas arriba, lustrosas abajo; raquis estrechamente alado, pelosillo por encima; cabezuelas
axilares y termina- les, cáliz
tubuloso-acampanado; legumbre ancha, bivalva.
Cultívasele en las regiones frías para sombra del cafeto. Hay otra esp. con el mismo nombre,
la I. sapindoides, o parecida al mamón.
D. t. GUAMO CARAOTO (Díaz, I, 172). ||–DE HIERRO.
I. maxoniana. Árbol
de hojuelas bi- o triyugas, trasovadas u
oblanceoladas,
redondeadas y bruscamente acuminadas en el ápice, acuñadas en la base; inflorescencia axilar, sencilla
o geminada; flores pequeñas, peludas; cáliz no estriado, corola
densamente sedoso-pubescente, ovario lampiño. Antímano. (Pittier). Usado para
dar sombra al cafeto. ||–DE REJO. I. fasciculata. RABO DE MONO. Voz us. en el Táchira.
||–PELUDO. I. fastuosa.
GUAMO BOBO. Inga sp. Especie de guamo del
Zulia.
GUAMO
CABELLO-DE-ÁNGEL. Pithecolobium hyme-
neaefolium. Leguminosas. Árbol que crece en Trujillo.
GUAMO
MACHO. Pithecolobium latifolium.
Legumino- sas. Árbol del Zulia.
GUAMUFÁTE. Myrtus longifolius. Árbol alto de más de
100 pies, que abunda en el Alto Orinoco.
GUANÁBANA. Fruto del GUANÁBANO. –«Hay otra (fruta) en esta Isla que llaman guanábanas, la penúltima sílaba bre- ve, que son tan grandes como unas bolas
de jugar birlos.» (Cas., 317). Voz taína. Reff. Ov., I, 303. Cast., Eleg. XIV, 1º.
* GUANABANÁDA. Carato
de GUANÁBANA (Pic,
194).
* GUANÁBANO.
Anona muricata. Árbol de 15 a 25 pies de alto,
de hojas oblongas, pecioladas, lustrosas,
lampiñas, simples, alternas, coriáceas, enteras; flores solitarias, opues-
tas a las hojas,
con pétalos exteriores verdosos, lampiños, su- bacorazonados en la base, y los interiores amarillos; fruto en
veces muy grueso,
irregularmente cónico, obtuso, areolado,
prolongándose las aréolas en púas carnosas, encorvadas; carne blanca, semillas negras, lustrosas. Se le cultiva como
árbol frutal. Ref. Ben., Nº 47. ||–Adjetivado (en sus dos ter- minaciones) aplícase a personas,
en el sentido de zonzo, pa-
panatas, bobo. ||–CIMARRÓN. Anona montana. A.
marcgravi. Árbol silvestre
alto de 15 a 20 pies, parecido
al GUANÁBANO frutal, de pétalos
exteriores tomentosos, no acorazonados y fruto globoso.
GUANÁBANO BOBO. Anona glabra.
GUANAGUÁNA. Rhynchops nigra. Ave acuática del ta- maño de una paloma con la mandíbula
inferior más larga que la superior.
Plumaje blanco, cabeza y manto negros con una lista blanca
en cada ala; rectrices laterales blancas por fuera;
pico y pies rojos. Vive en las
costas del mar Caribe. Sin. TIJERÉTA. Geog.
GUANAGUANÁRE. Phaetusa magnirostris. Palmípedas. Especie de gaviota del Orinoco. Del tam. uanauanári, lo mis- mo. Fue nombre que tuvo la ciudad de GUANÁRE, y así es men- cionada por Oviedo y Baños. En 1732
todavía escribían GUANAGUANARE los
curas en los libros parroquiales; pero de 1732 a 1733 aparece la forma abreviada GUANÁRE que en definitiva ha quedado. Ref. Gilii, I, 111.
GUANAGUÁRE. Larus
atricilla. Palmípedas.
Golondrina de mar de nuestras
costas. Su cabeza, cuello y lomo son aplomados; pecho, vientre y cola blancos; remeras
negras; pico y pies de un rojo de laca; encima
y debajo de los ojos tiene una mancha blanca. Longitud
43 cm., brazas 98.
GUANÁICO. Galictis barbara. Variedad de comadreja, se- mejante a la marta europea,
pero más grande, que tiene en la parte dorsal,
inmediatamente detrás de las extremidades
an- teriores, una gran mancha blanquecina
de forma casi cua- drada. Hállase en el Zulia. Es el papamel de los brasileños
(irara en tupi) por la afición
a la miel de este animal.
GUANÁJO. Cereus sp. Especie de cirio o cardón arbóreo.
Tronco fuerte, corto, ramoso; ramos largos, ascendentes, de un verde oliváceo,
lanosos en el extremo;
ángulos 8-10, obtusos,
con aristas redondeadas y arqueadas
en el sitio co- rrespondiente a las aréolas;
senos obtusos o agudos; aréo- las separadas de 1 a 2 cm, lanosas
en los ramos jóvenes;
espinas unas 20, débiles, blanquecinas o grisáceas,
las peri- féricas más o menos pequeñas y desiguales.
4–6 centrales, largas, la mayor de 8 cm, y 16 estrelladas. Fruto globoso, rosado, comestible. Barquisimeto.
* GUANÁNA. Erismatura domínica. Anséridas. Ave de pa- so, de color pardo oscuro,
con pintas blancas y negras, y el
pico purpurino. El macho es algo más grande que la hembra.
Va siempre apareado, y emigra cuando el
Orinoco empieza a crecer, después
del equinoccio de primavera. Su graznido imita en cierto
modo el crujido de las ruedas de los carros.
–«Así cazaba el diestro
Siburene | el guanana, la sidra y la
gaviota.» (Gorrochotegui, Aramare, II). Sinn. PATO
CARRE- TERO, YAGUASA CARRETERA. Del tam. uananá, lo mismo. La voz se usa también en Cuba y el Ec. El goananá del Brasil
corresponde al pato de
Venezuela (Anas moschata).
GUANÁPE. Pez de río de unos dos palmos de largo, rosado hacia el dorso, con líneas
de manchas doradas longitudina- les en los costados. Dorsal con 10 radios. Guayana. Geog.
GUANÁSNA. Heliconia sp. Especie de planta herbácea forrajera. –«Esparcida la semilla (de tabaco) se cubre con hojas
de plátano o de guanasna.» (Díaz, I, 214). Del ch. guanadna, lo mismo. Ref. Cod., 117.
GUÁNDA. Árbol indeterminado del Zulia.
* GUÁNDO. Suerte de parihuelas, o más bien, camilla
im- provisada.–«Estos los hacen los naturales a modo de andas de difuntos
con varas grandes y gruesas, siendo
los maste- les anteriores y posteriores muy crezidos y fuertes, de ma- nera
que puedan muchos
yndios ocupar todos quatro, y les sea
más fázil la carga que sobre sus hombros lleuan.»
(Carv., 317). Es voz usada en la Cordillera, lo mismo que en Col., Ec. y Chile, y es tomada
del quichua huantu, andas.
En el quichua ecuatoriano: huandu, andas improvisadas.
GUANDÚ. Cajanus flavus. Leguminosas. Arbusto de hojas opuestas, trifoliadas; flores axilares, amarillas; legumbres ve- llosas, coriáceas; semillas comestibles. Originario de la In- dia. Igual nombre tiene en Costa
Rica; en el Brasil, cuandú
o guandú. Parece voz africana. Martius piensa que puede provenir
de Guinea (Contribuciones,
etcétera, II, 380,
394).
GUANÉPE. Así
llaman en Barcelona y Guayana una es-
pecie de cabestrillo o charpa
en que las madres indígenas llevan sus niños de pecho cuando viajan. –«Con hilo más grueso hacen
también una especie
de chinchorro pequeño para conducir o trasportar sus hijos en la crianza, que llaman
guanepe, el cual llevan
terciado del hombro
derecho al cos- tado izquierdo, donde descansa la criatura.» (D. Arreaza M., Nueva Barcelona). En los pasajes siguientes parece tener una acepción
algo distinta. –«Él salió para el pueblo con sus gua- nepes de pájaros.» (C. Peraza, Leyendas del Caroní, 262).
–«¿En qué he pensado yo que no he arreglado a mi moriche
su guanepe de viaje?» (Id., Los piratas de la sabana, 178).
* GUANO. Abono animal formado en ciertos parajes con las deyecciones de aves marinas o murciélagos. Del quichua huano, estiércol. Ref. Garcilaso, Hist., II,
108; etcétera.
GUANÓTA. Especie de abeja silvestre común en los Lla- nos. Es amarilla, parecida a la españolita; carece
de aguijón y fabrica en los troncos huecos de los árboles grandes celdas
de cera negruzca llenas de miel
algo rojiza. Mantiénese de centinela una de ellas en
la piquera del panal,
pareciéndose en esto a otro himenóptero
del género Halictus, que suelen
llamar por eso los franceses «insecto portero» (insecte con- cierge). –«Los recuerdos se agolpaban en su mente como afanosas guanotas en torno de silvestre panal.» (Urbaneja A., En este país!…, 59). Del cum. guane, gal. uano, abeja. Miel es wano en car., uan en gal., uane en tam., guane en ch., hua- ne en cum., y así uaneimu (padre
de la miel) es abeja en tam. En el dialecto
criollo de Venezuela existe una confusión aná-
loga entre «abeja»
y «colmena», tomando
la una por la otra. Ref. Gilii,
I, 280.
GUAPA. Canastillo de caña, circular,
escutiforme, adorna- do con grecas y otros dibujos de color negro. –«Guapas, es-
pecie de cesta casi sin bordes, pero labradas
primorosamente con grecas en líneas rectas combinadas de diversos modos.»
(Cod., 334). Voz tamanaca,
que significa lo mismo.
GUAPÁRO.
Árbol de construcción. Madera de
un gris amarillento, pardusca en el centro, no muy pesada. Lara, Falcón.
GUAPÍTO. Plumbago sp. Yerba de hojas lanceoladas, algo ásperas, que tienen propiedades rubefacientes. Es nombre que dan en el Alto Llano al GUAPOTE. Ref. Pompa, Nº 220.
GUÁPO.
Raíz comestible proveniente
quizá de una Arácea. –«El guapo,
que es comida más contina,
| A un ajo redondo se compara, | De que también la gente peregrina
| En sus necesidades se repara.» (Cast., Eleg. a Ordaz,
2º). Según Rivero y Cassani, la voz era usada
por los guagibos en la misma acepción
que hoy tiene. Geog. Reff. Riv., 148, 234;
Caul., I, 3. ||–Esp. de planta trepadora.
GUAPÓTE. Plumbago scandens. Arbusto sarmentoso de ramas
delgadas, largas
de algunos metros,
lampiñas; hojas
ovales, oblongo-lanceoladas aguzadas o puntiagudas, de base
atenuada en un pecíolo
muy corto, abrazador en su pie, pero sin orejillas; flores en racimos;
cáliz cilíndrico, cónico;
co- rola de lóbulos
mucronados con glándulas en sus ángulos con-
vexos; brácteas
oblongas, aguzadas. En car. uapoto, lo mismo.
En cum. huapoto es fuego (referencia sin duda a las propie- dades rubefacientes de la planta). Junto
con la voz cum.
há- llanse formas iguales o análogas en varias lenguas
caribes con la propia
significación de fuego. Ref. Pompa, Nº 209.
GUAQUÍTA. Esp. de cotorra de las selvas de Aroa. Color verde oscuro;
cara y cuello de un rojo herrumbroso, oídos blancos, frente azulada, pico y patas negros;
alas con dos man- chas
bermejas en los encuentros; cola larga con algunas plumas azules; vientre con
una mancha grande rojo-oscura.
Dim. de GUACA, q.v.
GUÁRA. Cathartes aura. ORIPOPO,
abajo.
GUARÁ.
Cupania
americana. Sapindáceas. Arbolillo de climas cálidos usado en la medicina popular. Sin. Lengua de vaca.
GUARÁBA. Brownea guaraba Pittier. Leguminosas. Árbol de unos 8 m de
alto, ramoso, de tronco cilíndrico; hojas al- ternas, paripinadas,
con 5 a 3 pares de hojuelas
pecioladas, enteras, coriáceas, abarquilladas, elípticas, más pequeñas las basales. Inflorescencia terminal en círculos espirales; brác- teas
caducas, cáliz cuatrilobular; pétalos
5, rojos, adheridos al tubo, escotados
en su ápice; estambres 10, adheridos al tu- bo,
soldados en sus 4/5 inferiores; anteras aovadas, amari-
llas; estilo rojizo, estigma rojo; ovario
libre, acinaciforme; legumbre
bivalva, semillas cosa de 9, pequeñas. Occidente. Florece en setiembre.
GUARÁCA. Véase GUATÁCA. Ref. Ov., I,
274.
GUARACÁRO. Dolichos lablab.
Leguminosas. Planta anual
herbácea, de tallo voluble, larguísimo,
que produce una haba alimenticia larga de 8 a 10 mm. Se conocen
tres variedades: una de flores blancas, vainas de 6 cm y semillas
negras, ovales, algo redondeadas (D. albiflorus); otra de flo- res
blancas, vainas de 7 cm y semillas blancas, ovales
(D.
nankinicus); otra, en fin, de flores
purpúreas, vainas de 7 cm y semillas
purpurinas, ovales, algo redondeadas. –«Los gua-
racaros verdes,
lo mismo que las habas, se componen de di-
versos modos y son más tiernos y gustosos.» (Díaz, I, 88).
GUARACÚRA. Cathartes aura. Ver
ORIPOPO. Us. en el Táchira.
* GUARAGUÁO. En Margarita es nombre del SAMURO. En Cuba es el Falco borealis, especie
de halcón; Oviedo, en efecto,
dice que es ave como el milano, refiriéndose sin du- da a la avifauna de las Antillas (Hist., I, 592). Cf. GUÁRA. Del cum. guaragua, aguilucho o gavilán;
o más bien del ch. gua- ragu, samuro.
Armas pretende que es voz española
que sig- nifica cuervo (o. c., p. 26). Guaraguado, Gilii, I, 235.
GUARAGUÁRA. Acanthicus sp. Pez de río del Oriente parecido al CORRONCHO. Voz
chaima. D. t. GUARAGUARO.
GUARAJÚRA. Cathartes aura. Ver ORIPOPO. Usada en Margarita.
GUARÁL. Cordel de pita no muy grueso.
–«De éstos pen- den el guaral, o cordel, que templan para disparar con vio-
lencia la flecha.» (Caul., I, 12). –«Los más previsores se habían terciado
un guaral, a manera de tahalí.» (R. Blanco F., El hombre de hierro, 282). Carvajal (o. c., p. 321) toma
la voz en el sentido
particular de sedal
para pescar. En ta-
manaco uara y en quichua huarakka significan cuerda, coin- cidencia puramente casual. ¿Es quichua
o caribe la raíz del
vocablo? Guaral en Colombia
es el zumbel del trompo, sen- tido particular también, pero muy propio.
GUARAMACÁL. Sitio abundante en GUARAMÁCOS. Geog.
GUARAMÁCO. Árbol grande de construcción de las montañas de Portuguesa y Trujillo (Brownea grandiceps?).
GUÁRAMO. «Valor, guapeza, pujanza, energía de carác- ter.
“Tener
guáramo”, es poseer cualquiera de esas condi- ciones.» (Pic., 195).
GUARÁNA. Pasta
medicinal que preparan los indígenas del Alto Orinoco con la CURÁNA.
Voz tupi. Apenas se usa en Venez. si no es en las boticas.
GUARÁPA. Bauhinia obtusifolia.
Leguminosas.
Árbol de Cumaná, excelente para
construcción naval. Madera muy hermosa, de color rojizo, dura,
susceptible de pulimento, generalmente de pequeñas
dimensiones. Voz chaima. Sin. URÁPE. Ref. Cod., 103.
GUARAPÉRA.
Ventecilla, tenducho. Voz despectiva.
La venta del guarapo de papelón es un distintivo de las pul- perías de poca
monta. Ref. Pic., 195.
GUARAPÍRE. Árbol maderable del E. Anzoátegui. Sin. CACHO.
* GUARAPO. Zumo de la caña de azúcar, y
en general cualquier agua azucarada, fermentada o no. «Exprimiendo el zumo de esta fruta sobre alguna porción de guarapo,
que
es
el zumo de la caña, o la miel desleída
en el agua, resul- ta a pocos días un vinagre muy
fuerte.» (Caul., 1. I, c. 3). Entre
las rentas públicas establecidas en la época
de la co- lonia, enumeran
Baralt y Díaz, «los estancos
de sal, de los naipes, del juego de gallos,
del tabaco y de la bebida fermen-
tada llamada guarapo.» (Hist. ant., p. 376). –«Bebióse
Juan un vaso de guarapo fuerte.» (Picón F., Fidelia, 225). Del qui- chua huarapu, según
Rojas. (Estudios indígenas, 54). Parece, con todo, vocablo
introducido por los negros africanos.
GUARAQUINÁJ. Cierto animal mencionado por los cro- nistas. Esta voz, o guadaquinaje, que es la misma, se con-
virtió en guadatinaja y después en GUARDATINAJA, forma actual, que es el CHIGÜIRE. –«Otra
casta de animalejos hay que parecen
lechones, que llaman guadatinajas.» (Ac.,
IV, 38). Quinaxes,
que significa lo mismo, es voz haitiana. La semejanza
casual con un compuesto
de palabras castellanas ha producido lo que Caulín llamaba un
nombre trovado. Reff. Cast., I, Eleg. I., 4º; Herr., III, 282.
GUARATARO. Eleusine indica. Gramínea. Yerba de tallo comprimido, ramoso en su base,
inclinado; hojas peque- ñas, lampiñas y espigas digitales, unilaterales.
Arraiga de ordinario entre
las piedras de las calles
poco frecuentadas, donde es
difícil extirparlas. Ref. Díaz, II, 206. ||–Vitex cy- mosa.
Verbenáceas. Árbol maderable, poco elevado, fron- doso, de tronco recto. Madera de color amarillo
más o menos claro tirando a castaño; peso y dureza variables, grano fino.
Carabobo, Occidente, Trujillo, Bajo Llano, Guayana. El del Zulia es el V. berteroana.
Sin. Aceituno. Ref. Cod.,
119. ||–Guijarro, fragmento de granito compac- to de cuarzo más o menos puro; y
por extensión, piedra, pedrusco, china, peladilla, caso en el cual suele
decirse GUARATARA. –«Más de uno, defiriendo
a rancia conseja,
lleva en su alforja de
peregrino un guarataro, una peladilla de arroyo, para metérsela en la boca, no vaya el mar a ha- cerlo
víctima de sus procelosas ondas.» (El Br. Munguía, La peregrinación). –«Yo veía la habilidad con que, sin es- cupirla siquiera, roznabas una guaratara.» (Cabrera M., La guerra, 306). En tam. uarataru, pedernal.
GUARATARÓN. Aum.
de guarataro. Pedrusco, piedra enorme. –«Detrás de aquellos guaratarones, fue donde te pi- caron
los lambiojos, huyéndole a Don Toribio, cuando
le robamos las moras.» Urbaneja A., (En este país!…
p. 31).
GUARDATINAJA.
Hydrochoerus
Capybara. CHIGÜIRE. Es la voz guadaquinaj o guadatinaja, que
significa lo mis- mo, arreglada
al sonido solamente, o «trovada»,
como de- cía Caulín. –«Están también pobladas de muchos tigres,
sinnúmero de guarda tinajas o chigüires, perezas y varias especies de monos.» C. Fernández Duro, Ríos de Venezuela
y de Colombia, en «Bolet.
de la Soc. Geogr. de Madrid»,
t. XXVIII, 1890; p. 146. En Col. tinajo;
en el Ec. guaratinajo
o cuadaquinae, según Velasco. GUARDATINAJAS
es voz geo- gráfica en Venezuela (Estado Guárico).
GUAREAR. Atalayar animales
dañinos desde un sobrado o troje, levantado en un sitio conveniente de un sembrado, pa- ra ahuyentarlos.
Pajear. Derivado de
guaro, especie
de loro.
GUARÉMA. Arbusto tintóreo.
Hervidas sus hojas o puestas en agua fría, producen una tinta morada con que tiñen telas los campesinos. Carabobo. –«Guarema, sus ojas
dan tinta mo- rada; se da en la Jurisdicción de Coro.» (Cisn.,
54).
GUAREMAL. Sitio poblado de GUAREMAS.
Geog.
GUARÉNA.
Véase POTÓCA.
GUARÉQUE. Sapo, en Margarita. Del ch. guarequen,
rana.
GUARÉRO.
Oteador en una sementera. De GUARO,
pa- pagayo.
GUARERO. Cryptostegia grandiflora. Apocináceas. Planta sarmentosa ornamental de grandes flores rosadas, proceden- te de la India y aclimatada en Venezuela. Voz us. en el Zulia.
GUARIARE.
C.
tenuisiliqua. GUARICHE, abajo. JUANBLANCO.
GUARICÁMO. Plantas
de Guayana, del género Patrisia (Bixáceas). —Son árboles de
hojas alternas, enteras, con estípulas peciolares mellizas y pedúnculos axilares
uniflo- ros, bracteolados en la base. Hay la P. affinis y la P. dentata. La primera es de ramitos semierectos y hojas aovadas,
acu- minadas, vagamente denticuladas, lampiñas, con la costi- lla
y venas pelosillas debajo. En la segunda los ramitos
son semiflexuvios, y las
hojas oblongas, dentadas, con la
cos- tilla y venas pubérulas. Ambas florecen en mayo y habitan en el Alto Orinoco. Reff. Kunth, Plantas
equinox.; Cod., 118. Con
el nombre baré uarikáma recogió Koch-Grünberg una planta en los
bosques de Rionegro, cuya
raíz es muy vene- nosa. Supone el botanista Pilger que es también una especie
de Patrisia.
GUARICÓNGO. Thecadactylus
rapicaudus. Ascalabotos. Reptil relativamente grande, entre los de su familia, de há- bitos nocturnos. Como en otros saurios
puede su cola re- generarse cuando accidentalmente la ha perdido. Sin. COTEJO, arriba. ||–Apodo
que en los Llanos orientales se dio a los federalistas durante la Guerra de la Federación.
–«Los federales – –no lo dejaban vivir
con sus persecu- ciones, como lo hacen con todos los que no somos gua- ricongos en nuestra
pobre tierra.» (C. Peraza, Leyendas
del Caroní, 367). ||–Lazo disimulado que se tiende
al ganado montaraz para cogerlo enlazado.
Alto Llano.
GUARÍCHA. Joven india doncella. Voz usada en toda Vene- zuela, inclusive en el Alto Orinoco: es por otra parte
bastante antigua, según puede verse en Oviedo (IV, 223) y Carvajal (p. 170). Uso también
literario. Del cum. huarich, ch. guari-
che, mujer, criatura hembra, términos que a su vez provienen
del car. wori, gal. oli, cal. wele, mujer. Corresponde nues- tra guaricha al squaw de Norteamérica. ||–Aplícase, en el Alto Llano, a una raza de yuca
amarga, la más venenosa entre éstas, y de excelentes condiciones para la elaboración del casabe. ||–Cierto árbol maderable del Zulia.
GUARICHI. Xylopia ligustrifolia, etcétera. Anonáceas. FRUTA DE BURRO.
Ref. Pompa, Nº 223. Ver GUARÚCHI.
GUARÍCHO. Peón ganadero, vaquero. –«El
hato central
– –dirigíalo el padre presidente –
–con un intendente y cuarenta vaqueros o guarichos.
A cinco leguas estaba la yegüería al cuidado de un intendente y seis
guarichos.» (Gil Fortoul, Hist.
constitucional, I, 38). Voz forjada
ab- surdamente. Me parece ya abandonada, y así debería ser.
||–Árbol de construcción. Madera compacta, dura, de color amarillo limón, grano fino,
astillosa, círculos concéntricos
distintos. Tiene el aspecto
del caritivana. E. Falcón.
GUARÍJE. Myrmecophagae
jubatae var. (?) Oso hormi- guero blanco.
En ayamán arigí.
GUARIMÁCO. Heliconia
sp. (?). BIJÁO.
–«Debe decirse Guarimacucuar, que en nuestro castellano suena agua del vijado, por unas matas o arbustos
así llamados que en ella se
crían, con cuya fruta se pintan de morado los Caribes, y los Cumanagotos tiñen del mismo color
sus vestidos.» (Caul., III, 21, parágrafo 2). La voz designa en tam. y gal. dos árboles diversos.
*
GUARIMÁN.
Mespilodaphne pretiosa (=Cryptocarya canelilla). Lauríneas. «Especie de canelo muy aromático, aunque no tanto como el de
Ceilán, y de sabor algo dife- rente; su fruta es muy estomacal y se conoce con
aquel nombre en el Orinoco, con el de canelilla
en otras partes.» (Cod., 103). D. t. GUARIMÁCU, que
es voz galibi; uarimaku era lo mismo en tamanaco.
Urimare (Carv., 372). En Cuba se dice guarimón.
GUARIPÉTE. Lagartija. –«Pareces un guaripete en los ojos y una tortuga en el cuerpo.» Maldonado, Tierra
nuestra,
p.
229. Voz us. en Margarita.
GUARIQUÉN. Nombre de un árbol de Cumaná y de la go- ma que produce. Quizá sea el guarekenar
de los antiguos chaimas. Ref.
Cod., 118, 119. Geog.
GUARIRÍ. Especie de
pato. Voz usada en Mérida. Sin.
¿Güirirí?
*
GUARITÓTO. Jatropha urens.
Euforbiáceas. Yerba lac- tescente, de hojas alternas, quinquefidas,
acorazonadas, dentadas, débilmente peludas, espinosillas; flores corim-
bosas, sin calículo; cáliz blanquecino; cápsula
cordiforme, lustrosa. Florece de junio a setiembre. Las hojas de esta
planta poseen propiedades urticantes. Del cum. huertere, lo mismo. Ref. Ben., Nº
48.
* GUÁRO. Psittacus
acamil. Especie de cotorra del Zulia. Designando al loro en general, se
usa la voz en el Or. del país y en Caracas;
pero no en Occ. aunque
sí sus derivados guarear y guarero. Uarro es loro en carúsana. ||–Especie
de planta sarmentosa de Portuguesa y otros lugares D. t. BEJUCO GUARERO. ||–Pene. Acepción usada en Occ.
GUARRECÚCO.
Especie de mochuelo del Bajo
Llano, que suelen domesticar. Cf. SURRUCÚCO.
GUARRÚMA.
Véase GUAYÚCO. Voz
betoye, al parecer. Ref. Gum., I, 138; 2ª ed. Desusada en Venez.
GUARRÚS.
«Chicha de arroz» (Pic., 176).
(¿Voz híbrida?).
GUARÚCHI. Unona aromatica.
Anonáceas. –«La fruta
de burro – –es el guaruchí
de los indígenas, el cual se eleva en
algunos parajes
a 20 varas; tiene figura
piramidal y su fruta
está reputada como poderoso
febrífugo; llámanla malagueta en algunos parajes.»
(Codazzi, 100).
GUARÚMA. Pequeña
palmera, semejante al PÍRITU, de que fabrican sebucanes en la costa
de Barlovento.
GUARÚPA. Jacaranda filicifolia. CUPÁ.
* GUARÚRA. Desígnanse en general con
este nombre muchos y diversos
caracoles, o sea moluscos gasterópodos
univalvos, de mar, de río y de tierra, y particularmente sus conchas. Pondremos como ejemplo los más grandes
entre ellos: a) Marinos.
La concha del Strombus gigas puede al- canzar
un pie de largo y pesar 4 libras. Úsanla a veces como adorno;
y suelen los arrieros y carreteros tocarla a modo de
bocina para señales.
Su carne puede comerse. –«Caracol-
estrombo. Molusco que se encuentra sobre nuestras costas,
los
hay de más de un pie, y lo grueso de la concha hace creer que el animal debe vivir mucho tiempo. El color de ella es blanco por dentro y en la abertura tiene un color de rosa bas- tante vivo. La parte blanca
de esta concha sirve para dibujar
como sobre el marfil.» (Cod., 223). –«GUARURA.
Otro ca- racol que alcanza
a un pie de largo;
no es tan grueso como el
anterior y sirve a los arrieros
para tocar a manera
de bocina. Los mayordomos
de las haciendas hacen uso de este caracol para llamar a los trabajadores.» (Id.,
ib.)–«En sus oídos
re- percutían de continuo
el monótono son de la guarura con que a lo lejos anuncian
sus pesados carros los carreteros, el cam- panilleo de los asnos campaneros y de las cabras.»
(Urbaneja A., Mechita, la linda). b) Terrestres. La concha del Bulimus es casi prolongada, con la desembocadura oval, y el animal
es como los que en España llaman,
como aquí, caracol (Helix): el B. oblongus mide 12 cm de largo por 7 de ancho,
y sus hue- vos
son del tamaño de los de una paloma; el B. pardalis,
de la misma longitud, pero
menos ancho, vive en el Occidente de la República. c) Fluviátiles. La Ampullaría, con pulmones
y branquias a la vez, puede vivir muchos
meses sin agua y sin alimento: la A. urceus
abunda en las sabanas del Llano, donde
suelen labrar
de su concha juguetes y bibelots. En el Orinoco
llaman también GUARURA otro molusco bivalvo
de agua dul- ce,
el Unio syrmatophorus. GUARURA es voz carinaca, con la
recta significación. ||–Imitación del sonido de una guarura con los puños de
las manos.
GUARURÍTA.
Diminutivo aplicado a todo
caracol pe- queño: caracolillo.
GUASÁBANA. Opuntia caribaea. Cactáceas. Planta su- culenta, baja, de tallo columnar,
comprimido, continuo, es- pinosísimo y de ramos opuestos, colgantes, articulados,
largos de 4 a 5 pulgadas,
formado de piezas elongadas, oblon-
go-lineales; aréolas aproximadas, tomentosas, con 3-4 espi-
nas largas de 2 pulgadas, tiesas, aculeiformes; tubérculos apenas salientes; flores rojizo-anaranjadas, laterales. Crece en el litoral
y en la región
occidental del país. Sus espinas hincan
y se adhieren fuertemente en la piel.
D. t. GUASÁBARA.
GUASÁBARA. Véase
GUAZÁBARA, abajo.
GUASACÁCA.
Salsa aderezada con suero grueso
y ají, con que se come la carne asada o cocida «a la llanera.»
* GUÁSCA.
Ver MAGUÉI, PITA
(fibra). U. t. en Col., en la acepción
de soga, cordel, correa. Del quichua huaska,
cordel.
GUÁSDUA. Bambusa guadua. Gramíneas. Caña arbores- cente que por su porte colosal
compite con el bambú del Asia, al cual se asemeja. Hay dos especies principales en Venezuela,
una de hojas angostas y otra de hojas anchas. Ambas se utilizan ampliamente en la economía
rural y por su modo de
arraigar suelen plantarse para afirmar terra- plenes y defenderlos del agua. –«La voz muysca gua para significar el bambú asiático
ha sido corrompido en los mis- mos pueblos de Colombia donde llaman esta gramínea
guádua. En su pase de Colombia
a Venezuela, el vocablo ha sido sustituido por los guásdua, guásgua.» (A. Rojas, Estudios
indígenas, 99). D. t. GUÁDUBA
y JUÁJUA.– «Sólo quedan en su sitio los árboles, como maparros, jobos,
pal- meras, yagrumos, ceibos,
merecures, juásduas.» (D. Men- doza, El llanero, p. 5). –«La juajua abate su altiva caña plumeada.»
(Urbaneja A., Los abuelos). –«Dejaba
oír su voz – –arrulladora y doliente, como los ayes de las juajuas que se miran en el ancho pozo.» (Id., La bruja). Véase otro ejemplo del mismo autor
en Tierra del sol. Respecto de las
otras
formas, guáduba (Cast., Benalcázar, c. 3º; Carta- gena, c. 7º) es desusado aquí; guádua (Cod., 104) se usa más bien en Colombia.
En el Bajo Llano dicen de ordinario GUÁSDUA.
–«Llámase esta planta en la diócesis de Quito, a donde se compretende la provincia
de Guayaquil, guadgua; en la lengua quichua, Mamac, y en la aymará tiene dos nom- bres, que son Tupa y Tococa.» (Cobo, Hist., I, 518). ||–«Leer de guasgua
o guásdua, vivir de guasgua, son modismos
ve- nezolanos que equivalen a
Leer de
prestado, vivir de pres- tado.»
(A. Rojas, Estudios indígenas, p. 99).
GUASDUÁL. Boscaje
de GUÁSDUAS. Geog.
GUASDUALÍTO. Diminutivo
de GUASDUÁL. Geog.
GUASDUÍLLA. Bambusa sp. Especie
de GUÁSDUA de ta- llos menos gruesos y más baja.
GUASINÚCO.
Especie de PARGO.
GUÁTA. Leptodeira annulata. Especie
de serpiente.
GUATÁBO. Árbol maderable indeterminado. Ref. Cod. 119.
GUATÁCA. Variedad de
BATATA. Véase esta voz, y TEQUI- CHE. (En cum. huataca, talvina
poleada).
GUATACÁRE. Chytroma idatimon. Mirtáceas. Árbol ma- derable. Se eleva como a 40 ó 50 pies de alto, muy común en
terrenos arcillosos algo húmedos. Madera
de color par- dusco algo aceitunado, con vetas ora
oscuras, ora claras; textura fibrosa, grano muy fino y denso, dureza notable. Peso específico 0,90. Admite pulimento (Gros., II, 357). No resiste
bien a la humedad. ||–BLANCO. Ehretia exsucca.
Borragíneas. Arbolillo de unos 15 pies de alto, de hojas elíp- ticas o lanceolado-oblongas,
alampiñadas, con nervaduras
arqueadas; flores
blancas, en cimas corimbiformes; tubo co-
rolino de 8 líneas de largo, dos veces tan largo como el cáliz;
estambres insertos en lo más inferior del tubo; fruto seco, su- bulado, piramidal, formado de 4 huesecillos esponjosos y cóncavos por el dorso.
Cumaná.
GUATACÁRO. Benseria cumanensis. Árbol de tronco rec- to, dividido en cepas o unidas éstas en un solo tallo en que aparecen de relieve,
como haces; hojas alternas, pecioladas,
simples, enteras, elípticas o aovadas,
redondeadas, de ápice agudo o no, y base acuñada,
ásperas; inflorescencia en ci- mas;
flores cortamente pedunculadas; cáliz
acopado con 2, 3 ó 4 divisiones
aguzadas; corola blanca gamopétala con 5 ó 6 segmentos, imbricados en su base;
estambres 6 inserta- dos
en la garganta del tubo;
pistilo bífido, ovario libre; fru-
to seco, apeonzado, cuatrilocular, con
4 aristas exteriores. Abunda en el Guárico
y Anzoátegui, donde se utiliza
su ma- dera para viguetas
de techumbres y otras construcciones se-
mejantes. Parece
ser el GUATACARE BLANCO arriba descrito.
GUATAGÍRE. Véase
GUAYABO.
GUATÁMA. Cosa blanda,
semisólida. Barcelona.
GUATAMÁRE. Myrospermum sp. SERÉIPO. Reff. Cod., 119; Pompa, Nº 225.
GUATÁN. Condaminea tinctoria. PARAGUATÁN.
GUATAPANÁR.
Caesalpinia coriaria. DIVIDIVE. Del cum.
araguatapanár, oreja de araguato, por la
forma del fruto, sin duda. Entre los guayunocomos del Alto Orinoco,
arauatá-
fanári (oreja de araguato)
es nombre propio.
Ruiz Blanco traduce ÉBANO, sin duda por el color negro intenso de la ma- dera. Guatapaná, en Cuba.
GUATÁRO. Esp. de árbol de Cumaná.
GUATE. Habitante de la Cordillera (Trujillo, Mérida,
Tá- chira). –«Niquitáo – –domina desde
su cumbre gloriosa
el manso valle, a donde viajaban
de tiempo en tiempo, en guisa
de conquistadores y a perpetrar fechorías, los guates, hom- bres barbudos de la región de Tostós.»
(Pepe Fortín, El ge- neralato de Montilla). Es voz familiar
que también se aplica
a los neogranadinos o colombianos.
||–Excremento. Voz cu- managota us. en el Or. ||–TRUENO
ABAJO, GUATE ARRIBA: ex- presión
para mostrar la aversión de los montañeses a los ríos e inundaciones
de los Llanos.
GUATEGUÁN. Tanque, própolis,
propóleos, «borra» de las colmenas.–«Figura un camaleón, y luego, luego una colmena
en que apenas quede la parte cerosa o guate-
guán.» (Delgado Correa, en «El Mosaico», p. 241). Us. en
Aragua y Guárico. D. t. MATEGUÁN. Sin
duda del cum. guate, excremento, y guane,
abeja, miel.
GUATEPERÉQUE. Varias
especies de grandes
escaraba- jos de la sección
de los Lamelicornios. –«Las arañas, las hormigas voladoras, los termites
y el guateperéque, her- moso coleóptero, son siempre las avanzadas mensajeras que anuncian a la familia
la proximidad de las primeras aguas.
Este último busca con avidez la llama del hogar.» (A. Rojas,
Un libro en prosa, 220). En Guayana llaman así al Pyro- phorus pellucens. D. t. GÜETEPEREQUE, GÜEITEPEREQUE.
–«Güeitepereque | la luz que en sus
pupilas candelea.» (Gorrochotegui, Aramare, V). Úsase en veces como voz
hipocorística. –«Duerme,
güeitepereque, | duerme, guari- cha.»
(Id., ib., XXVI).
GUATIGUÁTI. Especie de pájaro.–«Se abalanzaba sobre cerros calvos y lomas áridas, donde sólo fructificaban los cardones
y modulaban los guati-guati su canto triste.»
(Ur- baneja A., En este país!…, 58).
GUATÍRE. Xylopia sp. Árbol indeterminado de Portu- guesa. Cf. AGUATIRE.
Geog.
GUATIRÍ. Árbol cuya madera es de un amarillo grisáceo y de peso regular. E. Trujillo.
GUATÓTO. Esp.
de planta medicinal.
GUÁYA. Esp. de árbol maderable. Geog. (Guayas). Ref. Cod., 119.
* GUAYÁBA.
Fruto del GUAYABO. Reff. Cas., V, 316; Góm., Méx., 154; Cast., Eleg., XI, 3: XIV, 1º ||–Parchazo, pa- jarota. –«Bisoñada y ridiculez de asegurar,
como si fuéra- mos algunos
tontos para tragar una guayaba tan verde,
que
– –pudiera darse el fenomenal caso.» (Tosta G., El poder civil, 247). ||– PARCHA. La que es blanca por dentro, de cor-
teza gruesa y carne muy dulce. Ref. Díaz, II, 259.
* GUAYABÁL. Sitio
abundante en guayabos. Geog.
GUAYABÁZO. Bromazo, especiota. Guayaba, en C. Rica.
GUAYABÍTA. Combretum frangulaefolium. Árbol inerme de hojas
elípticas, obtusas, más pálidas en el envés; flores
en espigas terminales, solitarias, blancas, rara vez geminadas,
sin
brácteas; frutos en forma de maza, cuatrialados. Crece en el Orinoco. ||–ARRAYÁNA. Campomanesia aromatica. Mirtáceas.
Arbolillo ramoso, muy aromático, de hojas sim- ples, opuestas, membranáceas,
elípticas, apiculadas, pe- cioladas,
alampiñadas; flores blancas, axilares;
pétalos obovados,
dos veces más largos que las lacinias;
baya glo- bosa, blanca,
de unas 3 líneas de diámetro y de sabor agra-
dable. En los bancos de las sabanas crece una especie herbácea, cuyo fruto es
del mismo tamaño, sabor y nom- bre. Es la Guayabita
arrayán que describen
Benítez, Nº 50 y Díaz, II, 260. Guayabita
de arrayán. (Gros.,
II, 388). ||–DE BURRO. Especie indeterminada. ||–DE CAÑO. Especie de fru- to ácido y grande que se cría a orillas
de los caños. ||–DE PIEDRA. Especie cuyo fruto contiene una sola semilla o hue- so. Bajo Llano. ||–DE SABANA.
Psidium pyriferum. Mir- táceas.
Arbolillo de ramitos tetrágonos; hojas elípticas, agudas, con nervios prominentes y velloso-pubescentes en la cara inferior; fruto piriforme, comestible. Ref. Cod.,
117. ||PIMIENTA GUAYABITA.
Pimenta vulgaris. Malagueta,
pimiento. Citada así en viejos
aranceles de importación, por ejemplo, el de 1831.
GUAYABÍTO.
Eugenia punicifolia. Árbol de madera muy
fina y muy fuerte, de color de café con leche, con vetas más o menos pálidas; peso específico 0,90 (Ernst, La Exp., 208).
*
GUAYÁBO. Árboles,
arbustos o subarbustos numero- sos, de fruto comestible, muchos de ellos de la fam. de las Mirtáceas, llevan este nombre. La madera de estos vegeta-
les es pesada, dura, elástica, incorruptible, variando el color, según la especie,
de amarillento claro
o moreno rojizo.
El GUAYÁBO común es el Psidium guava,
de ramitas tetrágo- nas, pubescentes, con hojas papiráceas, oblongas, nerva- duras acostilladas, prominentes, flores blancas y baya
globosa, aovada o piriforme. –«Los guayavos
son otros ár- boles, que comúnmente dan una fruta ruin, llena de pepi- tas recias, del tamaño de manzanas
pequeñas. En tierra firme y en las islas es árbol y fruta de mala fama: dicen que huelen a chinches; y su sabor es muy
grosero, y el efecto poco sano.» (Ac., IV, 24). No concuerda
con el jesuita
espa- ñol la opinión
que hoy se tiene de la guayaba, al menos los que la tal fruta recogen en Vélez y en Mérida. La voz proce-
de del taíno guaiava
y el calina koyábu (en lenguaje mujeril,
ualíapa); car. uadápa;
y guayába llaman el árbol Cas., V,
316; Ov., I, 304–5; Benz., 27. Reff. Cod., 107; Díaz, II, 358.
||–AMARILLO. Psidium stratulum.
Especie de GUAYÁBO con hojas
de borde no enterizo. ||–ARRAYÁN.
Myrtus salutaris. Árbol de madera fuerte
y sólida, frondoso, de hojas menu- das y fruto del tamaño de una grosella,
agradable al gusto, esférico,
en ramilletes colgantes. Ref. Díaz, II, 259. ||–BLANCO. Eugenia sp. Especie indeterminada. ||–COLORADO. Psidium pomiferum. Árbol silvestre, frutal, de unos 4 a 6
m de alto, con ramitos tetrágonos; hojas
oval-lanceoladas, pubescen- tes en el envés; pedúnculos de 3 o más flores; fruto esférico.
Madera de textura
fina y compacta, de grano fino,
gris, roji- za, jaspeada
con vetas más pálidas y nudos pardos;
peso es- pecífico 0,70 (Gros., II, 388). ||–COPÉI. Especie indeterminada
||–CURTIDOR. Eschweilera
sp. ||–DE HIERRO. Eugenia
sp.
||–DE MONTAÑA. Eugenia sp. GUAYABO NEGRO. ||–DE MONTE.
Psidium sp. ||–Chionanthus compacta. Oleáceas. Árbol de madera
roja, excelente para ruedas (Cod., 107). ||–DEL DIA-
BLO. Ximenia
americana. Olacíneas.
Arbusto de fruto ama- rillo, esférico, del grosor de una
ciruela pequeña, con poca
carne, que contiene
una semilla redonda bastante gruesa, al- go oleaginosa.
El fruto maduro y recién
cogido tiene el olor y
sabor de la almendra amarga; pero este olor desaparece al secarse la pulpa. Se le tiene con razón por venenoso; y de
aquí
el nombre que se le ha dado. (Gros., II, 273). Sin.
TIGRÍTO.
||–GONZAL. Lucuma rivicoa. Sapotáceas. Árbol de
gran porte y de madera muy resistente; abunda en las sel-
vas de la serranía de Carabobo. Fruto comestible. (Joaq. Espinosa). Sin. GARCIGONZALEZ.
||–GUATAJÍRE. Especie in- determinada. ||–MALAGUETA. Pimenta
(Amomis) sp. ||–NE- GRO. Eugenia
moritziana. Árbol de regular tamaño, que abunda en las selvas montañosas;
madera dura y pesada, de color amarillento, muy elástica e incorruptible. Se usa sobre
todo para vigas,
a causa de su gran resistencia trans-
versal. ||–OREJA DE
LEÓN. Hirtella leonotis. Arbolillo
cuyos ramitos están cubiertos de
cerdas híspidas y largas; hojas
pecioladas, oblongas, desiguales en la base; racimos flora- les
terminales; cáliz con 5 lóbulos aovados, pétalos
5, es- tambres 3; ovario velloso, fruto drupáceo. ||–PAVA.
Especie indeterminada del Zulia. ||–PÉSGUA. GUAYAMÚRE. Árbol de
Ca- rabobo. Su fruto es esférico,
de 4 cm de diámetro, de un negro rojizo o cárdeno y contiene dos huesos reniformes, rodeados de una pulpa semejante a la del caimito. ||–PICA- PICA. Especie indeterminada. –«Muy consistente y bueno para tirantes, viguetas y timones
de carros.» (Joaq. Espinosa). ||–SORTIJO. Calyptranthes sp. C. SORTIJERO.
GUAYACÁN. Craspedocephalus atrox. CULEBRA
TIGRA.
D. t. GUAYACANA. ||–*Guaiacum
officinale y G. sanctum. Zigofiláceas. Es el palo santo, que suele ser
confundido con el palo sano o vera, perteneciente a la misma familia
botánica. Produce una madera amarillenta, compacta, densa,
nudosa, de estructura algo fibrosa y corazón
verdoso oscu- ro. Crece en el E. Lara y otras partes. Voz taína. Reff. Cas.,
V, 321; Ov., I, 363; Cod., 119; Gros., II, 389.
GUAYAMÁTE. Cardenal cabecinegro de las costas orien- tales. —«En las verdosas
pencas de cardones | que se en- joyan con flores
blanquecinas, | sobre el mismo broquel
de
sus
espinas | riman los guayamates sus canciones.» (R. L.
Santelli, Cantos venezolanos, VI).
GUAYAMÚRE. Chrysophyllum
sp. (?). Árbol de los cerros de
Lara y Portuguesa. D. t. GUAYAMÓN. Sin. GUAYABO PÉSGUA.
GUAYÁRE. Especie de cesto o agaje usado en Guayana pa- ra transportar
mantenimientos, provisiones, etcétera. «A las afueras del
pueblo sacaban de sus guayares la muda de ro- pa.» (Maldonado, Tierra nuestra, p. 91). En
arecuna uaiari, lo mismo.
GUAYÓN. Ave grande como el paují, de color prieto,
que se cría en las montañas de Lara y Portuguesa. ¿Voz afín de
guayar=gritar?
* GUAYÚCO. Delantal, pampanilla,
taparrabo, faldeta, perizoma, usado generalmente por los indígenas surameri- canos. Voz chaima, de origen caribe,
que en sentido propio corresponde al vestido
de la mujer, pues el de los hombres tiene de ordinario un nombre
distinto en las diversas len- guas del grupo caribe. Reff. Carv., 373;
Cod., 252, 334.
||–
Gordetillo de las reses y bestias.
GUAYUQUEAR.
Sujetar una res o bestia
derribada, ti- rando de la cola previamente pasada entre las piernas.
GUÁZA.
Labrus guaza. Pez de mar
parecido al Mero. Cola redondeada, cuyos radios exceden a la parte mem- branosa;
dorsal con 27 radios,
agudos los 11 primeros;
pec- toral 16, ventral 6, anal 13, caudal 15.
GUAZÁBARA.
Reencuentro, acometimiento,
rompi- miento entre españoles e indios. –«Guazávara sangrienta
se comienza.» (Cast., Eleg. a Ortal,
c. 4º, oct. 40). Voz taí-
na, que significa
guerra. Reff. Aguado, I, 56; Cast., N. Reino, II, 388; Oviedo y Baños, I, 12; Carv., Gilii, etcétera. Todos los cronistas escriben con z la voz.
GUEITEPERÉQUE. GUATEPEREQUE, arriba.
GÜERO. Licor alcohólico hecho por los indios con casabe quemado. Ignoro si esta voz, como sinónimo de Yaraque está en uso todavía. Ref. Carv., 349.
GUÍCHERE.
Pithecolobium unguis cati. Leguminosas. Arbusto de 10 a 15 pies de alto armado de estípulas
espino- sas diminutas,
o a veces inerme y lampiño;
hojas uniyugas con un par de hojuelas
oblicuamente obovadas u oblongas, obtusas, largas de 2 a 1 pulgada;
flores verdoso-amarillentas, sentadas en
cabezuelas pedunculadas y arracimadas, de or- dinario
pubescentes; legumbre plano-comprimida, ancha-
mente linear, lampiña, roja,
torcida en poco más de una vuelta.
Acerca de su madera, véase Grosourdy (o. c., II, 362). Sin. ARRANCAPELLEJO.
GUÍCHO. Tillandsia setacea. Véase Quicho.
GÜÍRA. Eunectes murinus. Pitónidas. Serpiente enorme, de cabeza cuadrilonga, aplanada,
con escudos de forma irregular, pequeña relativamente
y poco destacada del
cue- llo, hocico redondeado, sobre cuyo extremo se abren las fo- sas nasales entre 3 escudos verticales; mandíbulas con cada dos órdenes
de dientes. Regiones encimera
y laterales del cuerpo de un color oliváceo
oscuro; lomo recorrido de la ca- beza a la cola por dos series de grandes manchas pardas os- curas más o menos
redondeadas; abdomen de un amarillo claro salpicado
de manchas negruzcas; a lo largo de ambos
costados hay una serie de círculos negros con puntos amari- llos en el centro. Mide 8 m y más de largo. Es ovovivípara.
Mora en las lagunas y pantanos de los Llanos y Guayana hasta 1.000 m. sobre el mar, y allí atrapa y engulle bece- rros y otros animales que se acercan imprudentemente al agua, si
bien no es venenosa. Sin. CULEBRA DE AGUA.
En Col. güío (buío Gumilla, Rivero). En quichua, yacu-mama
(madre del agua).
GÜÍRA.
Vanellus cayennensis. Ave con
pulgar bien apa- rente, tarsos escudados
y fosas nasales dilatadas hasta los dos tercios del pico; base del pico sin
barbillones; moño corto con 5-6 hebras
sutiles, alas con espolones, tarsos ele-
vados. Dorso y faz superior
de las alas de un verde dorado, que cambia a pardo; frente, barba y
pecho negros; partes interiores y borde de las alas blancos;
una mancha parda ber- meja cubre la cabeza, y otra azulada el ala; pico y pies roji- zos.
Mide 30 cm de largo, 60 de brazas y 28 de alto. Cuando se
alarma o topa con algún transeúnte, alza el vuelo lanzan- do un grito estridente y repetido.
Aliméntase de insectos y es domesticable. La hembra pone de 2 a 5 huevos oblongos, aceitunados, con manchas negras.
Sinn. ALCARAVÁN CAUTIVO,
en el Zulia; ALCARAVÁN DE CORBATA, en Guayana.
GUIRÁCHE. Cocos argentea. Véase Quirache.
GÜÍRE. GÜIRIRÍ. Ref. Cod., 205. –«En las sabanas del Llano los patos güeres emigran a las regiones
del Brasil, al aproxi-
marse las primeras
lluvias.» (A. Rojas, Un libro en prosa, 219). D. t. GÜÍSE.
GUÍRE. Crescentia cujete. TOTÚMO. Del cal. (femenil) huira, calabaza; taíno hibuera o higüera. –«Otro árbol hay muy
provechoso en esta Isla,
y es el que llaman
los indios
hibuero, la sílaba penúltima
luenga; éste produce
unas ca- labazas redondas como una bola.» (Cas., V, 326).
Véase GÜÍRO, adelante. La Academia Española escribe Güira.
GÜIRIRÍ. Dendrocygna sp. pl. Anséridas. –«Patos peque-
ños y muy gordos cuyo grito es güirirí que repiten
a menu- do; así es que se conocen
también con este nombre (Codazzi
los describe bajo el de Güire). Su color
y tamaño distintos, pero en general
son pardo-oscuros con manchas blancas
y negras.» (Cod., 205). Haylos
en todo el país. La
D.
discolor es de Guayana. Del
cum. huirigüiri, pato. –«… Escucho
el güirirí | cantar corriendo por la playa.» (Gorrochotegui, Aramare, VI).
GUIRIRÍ. Salvia splendens.
GÜIRÍTO.
Término aplicable a cierta
variedad de maíz cultivado en el Alto Llano. Se le tuesta a veces en arena pa- ra comerlo, y entonces
se hincha y revienta. Ver CHIMIRITO.
*
GÜÍRO. Instrumento músico de
los indígenas. Sin. CHARRASCA.
Cf. GÜIRE.
GURUGÚSO.
Cathartes atratus. SAMURO. Voz de Marga-
rita, quizá onomatopéyica.
GÚSARE. Especie de planta tintórea de Mérida. D. t. GÜÍSARE. El
güísaro
de C. Rica es el Psidium
molle Bertol.
GUSATICHA. Solandra scandens. Solanáceas. Planta sar-
mentosa cuyas hojas, ramitos y cálices
están cubiertos de un
vello viscoso; cáliz y pecíolos de un color verdoso purpúreo
pálido; cáliz tubuloso, cornudo; corola de 7 a 8 pulgadas,
cu- yo tubo, de un amarillo verdoso pálido, se ensancha hacia
arriba; limbo blanco, teñido de
púrpura; fruto piramidal, verdoso-amarillento, bilocular; semillas reniformes.
Voz chaima, recogida por Humboldt, Relac.
hist.
GUTÁRA. Sandalia.
–«Calzaban los infantes cotizas de cuero, especie de sandalias llamadas
por los indígenas gu- taras.»
(Salas, Tierra Firme, 238). Us. en Mérida.
H
HACÁNO. Sideroxylon mastichodendron (?). Sapo- táceas. Árbol grande
y corpulento, que se eleva como a 25 m de altura.
«Madera amarillenta rojiza
que oscurece con el
tiempo, a veces con vetas más oscuras, muy compacta, tejido fibroso apenas visible; radios medulares
poco nu- merosos, muy angostos, derechos, más flojos
que el tejido leñoso. Peso
esp. 1,05. Buena madera de
construcción, car- pintería y ebanistería,
pero no muy común.» (Ernst, La Exposición, 177). E. Miranda.
Según Armas, es voz arábiga
(?). Escríbese de ordinario ACANO. Añadímosle la h, porque en Cuba
suelen pronunciar jacana; Oviedo, acana. El aca- na o jacana de Cuba es el S. pallidum o la Bassia albensis
(Gros., II, 355, 357); el de Venez. es quizá un Mimúsops, pues suelen llamarlo también en Aragua y
otras partes NÍSPERO (no Achras),
BALATÁ y PURBIO.
*
HAMÁCA. Coy o lecho colgante
tejido con hilo de algo- dón a trama
cerrada o con telas gruesas apropiadas.
–«Bien es que se diga qué camas tienen
los indios en esta Isla Es-
pañola, a la qual cama llaman hamaca.»
(Ov., I, 131). «La pa- labra, dice Diez, también se halla en el caribe, y debe, según algunos, haber sido propagada por los piratas antillanos. Ver Pott, Reduplicación, etcétera, p. 83. (Dicc. etimológ., en la
voz). Observan otros que la voz se encuentra ya en Oviedo (1525), antes por consiguiente de que los holandeses
o ale- manes (porque han
sugerido un origen
sajón) hubieran visi- tado el Nuevo Mundo, y ven en ella un vocablo
guaraní. Agréguese que Simeon, en su Diccionario, dice que es voz náhuatl,
y Brasseur de Bourbourg
que es taína, que es lo más verosímil. El hecho es que ha sido aceptada en todos los idio-
mas civilizados. Gumilla escribe amáca (Hist., I,
350). Así pronunciamos aquí; pero
los campesinos suelen decir ja- máca, al uso antiguo, y no mal por cierto.
Reff. Cas., I, 310, Góm., Méx., § 44, 60; Aguado, I, 41; Caul.,
I, II; Littré, Supl. al dicc.;
Grimm, Dicc. alem. s. v. «Hangematte»; Barberena, Quicheísmos, en la voz, etcétera.
* HAMAQUEAR (Aspírase por lo regular
la h). Mover o sacudir
con violencia la hamaca en que alguno
reposa.
||–Figuradamente: conmover, sacudir. «Los años, que parecían respetar su robustez, se echaron de golpe sobre
él, y le bal- daron
las piernas, le encorvaron la columna; le hamaquearon
como para arrancarle de raíz.» (Urbaneja A., El salivazo).
*
HENEQUÉN (h aspirada). Fibra de
varias especies de Agave y Fourcroya,
empleada en la fabricación de sacos destinados al trasporte
de café, maíz y otros granos.
Del taíno nequen (Cas., II, 315). D. t. HENIQUÉN (h aspirada). Ref. Bachiller, Cub. prim, pp. 226, 299.
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